la línea azul

todo lo que he escrito en este blog durante los últimos meses es mentira. probablemente también sean mentira las entradas anteriores. mi dilema de ahora es si he perdido la consciencia con mi todo o si el presente es conscuencia de mi personalidad extraviada e imposible. y como ninguna de las dos me satisface me quedo con la primera, por defecto. para poder entrar en consciencia con mi todo necesito estar solo y en silencio. también ayudan unas clases de baile. hay algo que me hace pensar que estoy lejos de encontrarlo pues los sucesos demuestran que me muevo en círculos y repito los mismos errores, víéndome arrastrado de nuevo en una gran espiral en la que giro y giro sin ser capaz de controlar los actos de mi persona. una diagonal azul en un folio blanco. aunque tenga curvas, pero nunca en círculos. así es como siento que debo hacerlo. de todos los condicionantes de los que debo deshacerme para empezar mi viaje hay unos de los que no me quiero desprender. me da igual mi ropa, mi ordenador, y todo lo tangible, así como aquellas personas que ven una relación como un vínculo de consumo, que se coje, se utiliza, se exprime y se suelta. hasta mi cultura me da igual. pero hay algo que no quiero perder: los valores. la verdad, la libertad, el respeto y la justícia. ser transparente. lo díficil no es tener estos valores sino no dejar que por tenerlos te acribillen. estoy sólo. la verdad no está en este mundo. es lo único que sé, y que ya va siendo hora de emprender mi viaje.