20091228

Demy en vena, si us plau.

Bueno bueno... acaba un año más, un año en el que hay de todo porque así es y así tiene que ser. Pero sin duda ha sido un año con une eje central y no solo en el calendario: mi estancia en parís. ésta ha marcado un antes y un después en mí. por la gente que he conocido, las locuras y todo lo que he aprendido. un poco, la veo como la última etapa dorada de mi adolescencia, porque hice cosas poco íntegras en mi persona, que sin embargo creo que hay que hacer y la excusa era esa: París. Pero sobretodo me ha marcado porque algo se ha metido en mi vida, concretamente a lo que al cine se refiere. y es que me he enamorado por completo y hasta la médula del cine francés de los años 60. de la nouvelle vague vamos, y de sus actores y actrices. Me gustan todos. Y en cada película descubro algo nuevo y algo familiar al mismo tiempo.
Pero hay un director que viene y me habla des de su mundo que resultar ser igual que el mío y que por lo tanto para mi sobresale entre los demás. y me obsesiona. él es Jacques Demy. Ya lo conocía antes de todo esto, gracias a un amigo de madrid que con muy buen ojo por su parte, tuvo bien en regalarme la que sería la entrada a un mundo mágico: Les parapluies de Cherbourg. La primera vez que la vi me dejó algo aturdido, descolocado, pero era lo normal al estar ante la única película de la historia íntegramente cantada. Más que un musical, era una ópera y eso me superaba. Después ya en París la volví a ver y ya era otra cosa. El universo colorista, la tristeza de las imágenes, la belleza de una jovencísima Catherine Deneuve me dejaban anestesiado, drogado. Su partitura, obra del legendario Michael Legrand retumbaba en mí durante días y días.
Una vez ya en Barcelona y metido de lleno en el visionado de algunos de los más célebres directores de la época, decidí que era el momento para ver la segunda gran obra de Demy: les demoiselles de Rochefort. Me la puse y ya con las primeras imágenes tuve bastante para saber que sería de esos momentos como cuando vi breaking the waves o turks delight. Efectivamente mi intuición era la que era, y estuve toda la película enganchado como un niño delante de sus dibujos animados favoritos. Reí, bailé, canté y lloré. y pocos consiguen. Por eso amo a Jacques Demy y a Catherine Deneuve (el amor del primero me lleva a la segunda). Ahora, meses después, éstas dos películas se han apoderado de mí y me sé todas las canciones y las canto a la que se presenta ocasión. Y lo mejor es que prácticamente me falta casi toda su filmografía, aunque soy consciente que he empezado por los platos fuertes.
Aquí os dejo uno de los vídeos que he encontrado del making off de les demoiselles de Rochefort. ideal todo a más no poder. ya lo veréis.




1 comment:

  1. te amo por ser tan fan de jacques demy!!! cuento de hadas en la tierra. Viva el y viva tu!

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